martes, 23 de febrero de 2016

Una pizca de cada continente (Estambul parte II)

Hay algo de viajar que me encanta aun más que viajar en si mismo y eso es probar la gastronomía local. Para quien comparta mi amor por la comida el mercado de especias es una parada obligatoria en su viaje por Estambul. El Mısır Çarşısı es uno de los mejores lugares para comprar productos típicos, eso sí quizás no sea el más económico, pero en el encontrarán todo tipo de té, café, especias, quesos, frutos secos, y los famosos turkish delight. El también llamado Rahat Lokum es un dulce de gelatina con sabor a frutas hechos con jugo de fruta natural y cubierto de azúcar impalpable o harina fina para evitar que se peguen. Hay de todas las frutas que se les ocurran.

Ya que nos adentramos en el mundo de la gastronomía turca, y para que entiendan mejor lo que sus paladares disfrutarán una vez que se encuentren allí, les cuento que su cocina también es una fusión creada por los otomanos es por eso que en sus platos podemos encontrar ingredientes de medio oriente, Asia y los balcanes.

El uso de especias y un mix perfecto de carnes, arroz, pastas, verduras y pescados hacen de la cocina turca, una cocina única y equilibrada.

¿Qué platos no se puede dejar de probar?

Pide o Turkish Pizza, es un pan chato con forma de boca relleno generalmente de carne o espinaca y queso. En ambas ediciones es delicioso!

Manti, este es un típico plato de pastas turcas y como todas las fusiones de Turquía es una mezcla entre unos ravioles y unos dumplings. Los mismos están rellenos de carne o cordero y se sirven con el tradicional yogurt y especias locales.

El famoso Döner, es un típico sandwich relleno de carne cocida durante largas horas pudiendo ser de pollo, cerdo, carne o cordero servido con vegetales y por supuesto especias y yougurt.

Todos estos platos pueden ser acompañados con Pilav, el arroz turco tostado con manteca. Increíble! Para tomar y solo si se animan pueden pedir la bebida típica llamada Ayran. Luego de varios días de viaje no pude dejar de notar que varias personas locales pedían algo que parecía un envase de yogurt firme pero clavaban un sorbete en él y tomaban desde el envase.

Ante mi personalidad curiosa y no pudiendo dejar pasar la oportunidad de probarlo decidí aventurarme y pedirlo para acompañar mi sopa y Döner.

Los primeros sorbos fueron toda una sorpresa, esta bebida era una especie de Yogurt diluido en agua, con un sabor ligeramente ácido y salado. Se toma frío y se acompaña bien con las especias de la comida. Eso sí, si bien al principio me pareció que era rico a los 5 sorbos tuve que dejarlo y apoderarme de la bebida de mi compañero de aventuras quien me había advertido que esto iba a pasar.

De postre, no pueden dejar de probar la pastelería turca Baklava, dulce, húmeda por la miel utilizada y rellena de pistacho. 

Y si el frío y la lluvia los sorprende como a mi caminando por Estambul, como nos pasó a nosotros, qué mejor que refugiarse en alguna de las pequeñas tiendas cercanas a la mezquita azul a donde ofrecen los tan nombrados Turkish tea o el Turkish coffee.

El te turco, también llamado çay, es un te negro de sabor intenso y fuerte aroma que se suele servir muy caliente. Por este motivo el té turco es servido en pequeños vasos de vidrio que tienen una forma muy distintiva y son excelentes como regalos de viaje originales, claramente yo me traje un par.



Por otro lado, para los amantes del café, no deberán dejar pasar la oportunidad de probar el famoso café turco. Este es un café corto que sirve perfecto para acompañar los dulces turcos. Se sirve en pequeñísimas tazas y tiene también un sabor  muy fuerte y concentrado con una textura espesa en el cual rápidamente encontrarán su borra de café.

Si saben leerla quizás les indique su próximo destino o su próxima aventura, a mi me llevó a Capadoccia y ese es otro viaje que les contaré próximamente.


sábado, 20 de febrero de 2016

La mágica intersección entre Asia y Europa

Desde hace un tiempo Turquía apareció a la mente de varias personas gracias a una de las típicas novelas de la tarde pero en mis planes apareció gracias a una revista la cual se me cruzó por casualidad (o quizás causalidad) que mostraba un lugar casi de ensueño llamado Capadocia.

Ese día busqué información sobre Turquía por primera vez y me dije, este es un lugar nuevo para sumar a la lista de viajes soñados. Lo que no sabía es que tendría tanta suerte de que un año después alguien especial me estaría llevando de sorpresa a descubrirlo.

Pero antes de adentrarme en el viaje les dejo un dato interesante que ayudará a comprender mejor este mágico lugar. Turquía se diferencia del resto, por ser un país entre dos continentes, por lo tanto una mezcla única entre Europa y Asia la distinguen de cualquier otro lugar en el mundo.

Esta posición estratégica ha vuelto a Turquía un territorio de encuentro oriental y occidental el cual se puede observar en sus edificaciones, sus costumbres y su gastronomía y el cual uno como viajero puede detectar rápidamente.

Cuando comencé mi viaje por Estambul lo primero que me llamó la atención fue su moderno tranvía, este te conecta velozmente de una punta de la ciudad a la otra, y para mi fue el primer signo de la ciudad moderna en la que nos encontrábamos, pero también paradójicamente me di cuenta inmediatamente que estaba a punto de hacer un viaje por antiguas civilizaciones. Esta era una ciudad mágica y de su aire con olor a mar (Estambul se encuentra entre el mar Mármara y el famoso Mar Negro) brotan también historias de los grandes imperios Romano, Bizantino y Otomano. 

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Estambul no solo es la ciudad más poblada del país, sino que es también el fiel reflejo de una gran metrópolis con aires europeos pero cargada de historia oriental. Sus hermosas e imponentes mezquitas, siendo la más conocida la Mezquita Azul y el actual museo de Ayasofya o Santa Sofia, hacen de esta ciudad una de las mas visitadas del mundo.

Al ingresar a Ayasofya no pude evitar quedar impactada ante su arquitectura. Las arañas sobrias pero impactantes, la iluminación, las columnas y los medallones negros y dorados de gran tamaño que cuelgan de unas imponentes columnas, hace que uno se quede pensando los años de historia que pasaron por ese lugar y la cantidad de historias que esas paredes habrán vivido.

Una sensación similar pero con un reflejo mas espiritual se tiene al ingresar a la Mezquita Azul, para mi fue además la primera vez que ingresaba en una Mezquita y su decoración tan simple como compleja me sorprendieron gratamente.

Ahora bien, si las mezquitas y la parte espiritual del viaje no llaman tu atención sus mercados de seguro lo harán. El gran Bazar es uno de los mercados más grandes y antiguos del mundo. Para mi entrar en él fue como ingresar en un laberinto de colores, aromas y texturas únicas. Las hermosas lamparas de colores, las zapatillas de la princesa jazmín, las lamparas de Aladin, las alfombras (estas no eran voladoras lamentablemente), y los incontables manjares turcos me invadieron como si estuviera transitando un cuento.


Los vendedores insistentes pero amables me sorprendían con algunas palabras en español y algunos de ellos me dejaban entrar en el juego del regateo. Mi consejo acá es que pierdan la vergüenza a pedir por rebajas y descuentos, muchos de los precios pueden ser negociados y conseguir excelentes ofertas. Eso si, si ven un cartel que dice Fix Price ni lo intenten, esos locales tienen precios fijos y no se acepta el regateo.

El otro consejo es que caminen y vayan comparando, muchos locales parecen tener lo mismo pero las variedades así como los precios y calidades van cambiando. Lo que sí este mercado es enorme y es muy fácil perderse en el. Por lo tanto, si ven algo que les gustó mucho no lo duden y comprenlo en el momento, es muy probable que luego no encuentren nuevamente esa tienda.

Otro mercado único a donde podré perderme hablando de la exquisita gastronomía turca es el mercado de especias. Pero esa experiencia se las contaré en mi próximo post.


(Continuará…)

miércoles, 11 de junio de 2014

Atenas: Historia y Caos

Tipo de Viaje: Mini Vacaciones
Estadía: 3 días
Acompañantes: Compañeros de Trabajo

El viaje a Atenas surgió como una alternativa posible para los pocos días que teníamos libres antes de llegar a Rodas para un evento de trabajo (Ya se vendrá el post de Rodas, Rhodes o Rodos).
Al preguntarle a algunas personas de Atenas, todos acordaron en que con 3 días estábamos bien para ver lo imprescindible, y también varios acordaron en otra cosa, Atenas es caótica, y estaban en lo cierto.
Para los que venimos de Sudamérica como es mi caso, y en especial de Buenos Aires, Argentina, esto no debería sorprendernos, pero la verdad es que si ya anduvieron viajando por otros lugares de Europa, Atenas sorprende para bien y no tanto.
Mi primer impresión al llegar a Atenas fue, en Europa hay bocinas y se usan! Acostumbrada a la caótica Buenos Aires, encontrar otro lugar en el mundo con tanto uso de la bocina como allá sorprende. Las motos parecen no tener leyes o limitaciones, cruzan semáforos autos y peatones, sin importarles mucho.
Como si ese golpe cultural no bastara para sentirme en casa, aparecen los gritos, si gente, los griegos gritan y bastante! Quizás solamente están hablando muy fuerte y es normal, nunca lo sabré pero lo que si sé es que su tono de voz llama la atención.
Sin embargo, y acá se viene la sorpresa buena, son muy amables y serviciales. Tuvimos el agrado durante todo el viaje de irnos encontrando con personas dispuestas a aconsejar y guiar a unos pobres turistas perdidos siempre con la mejor predisposición.
Más allá de su gente y su cultura, Atenas es un paraíso para aquellos amantes de la historia, la acrópolis sorprende con su magnitud hay mucho para recorrer pero con una tarde o mañana intensa se puede lograr. Claramente esta es una parte que no se pueden perder de su viaje por Atenas, así como la visita a el Old Town.

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Algo recomendable, que yo no hice y me arrepiento, es leer algo de historia griega antes de viajar, para sacarle el máximo provecho a los siglos de historia oculta detrás de cada monumento, templo y roca que se encuentran por allí.

La gastronomía es muy variada, para quienes no quieren salir de su zona de confort, encontraran fácilmente comidas tradicionales como pizzas y pastas. Ahora para los que aprovechan sus viajes a fondo y disfrutan de la cocina local, la comida griega a mi paladar es una maravilla, así que les propongo que se aventuren con unos ricos Gyros y lo acompañen con una buena Mythos, cerveza local lager. Para los que son amantes de las cervezas como la que escribe, no recomiendo probar otras cervezas locales como la Fix o la Alpha, son demasiado industriales.
Lo que si recomiendo probar definitivamente es la pastelería griega, la cual se caracteriza por ser bastante dulce, haciendo uso de almíbar, miel y frutos secos. Mi preferido, el Kataifi, una especie de pequeño rol hecho con cabellos de ángel con un delicioso relleno de almendras, avellanas u otros frutos secos.
Finalmente Atenas tiene una entretenida vida nocturna que a diferencia de otros lugares de Europa puede durar hasta altas horas de la madrugada. Para llegar a ella solo es necesario perderse por las callejuelas del Old Town, a donde encontrarán numerosos bares unos pegados a otros. Una vez que hayan llegado, pidanse un trago de Ouzo, el licor griego por excelencia y brinden por sus espíritus viajeros y esta caótica y hermosa ciudad que es Atenas!

Datos que marcan un viaje

A mi entender existen un par de datos que marcan realmente la diferencia de un viaje de otro a pesar de que el lugar sea el mismo, y sin los cuales uno no puede ponerse en un real contexto del viaje que le cuentan.

Cuantas veces les ha pasado que le cuentan de un lugar genial pero les dicen, "eso si, yo fui con mi pareja", esa frase ya denota la situación en la que estuvo inmersa el viaje, si hablamos de una pareja tradicional , seguro hubo cenas involucradas, momentos románticos, atardeceres y demás, cancelando posibles recomendaciones de por ejemplo lugares de "fiesta", o mismo la tradicional frase "fui solo un finde" es decir, corrí como loco para recorrer todo y seguro me quedaron cosas sin hacer, nivel de intensidad de viaje 1000%.

Cada viaje es único para quien lo vive, pero estos datos claves pueden dar una mejor idea de la recomendación con la que nos vamos a encontrar.

Entonces, mis tres datos claves para ustedes al comienzo de cada post serán:

Tipo de Viaje: Escapada | Vacaciones | Laboral | One Day Trip
Estadía: Cantidad de días
Acompañantes: Amigos | Pareja | Sola | Compañeros de Trabajo

La idea es que estos tips los pongan en contexto y entiendan porque cuento lo que cuento o recomiendo lo que recomiendo.

Más allá de eso recuerden, cada viaje es único, mágico e irrepetible. Así que asegúrense de disfrutarlos!

Los Pasaportes Viajeros...

Existen pasaportes viajeros y otros que no tanto, estos últimos son los que se tramitan para un viaje en particular se usan y terminan en un cajón. Los viajeros por el otro lado, son aquellos que tienen el placer de tener varios sellos en ellos que llevan como medallas de guerra; son los que se quedan sin hojas, están gastados y tienen más historias que las que puedan contar.
Recuerdo que cuando tramité mi primer pasaporte pensé que lamentablemente ese sería un pasaporte no viajero. Que lo usaría y quedaría por ahí guardado, muriendo por salir al mundo. Al venir de una familia de clase media tradicional que nunca viajó al exterior eso era lo común, pero por suerte y una vez más me equivoqué, y con el tiempo ya sea por placer o por trabajo, mi pasaporte se convirtió en quien ansiaba ser, un pasaporte viajero.
Aún no está gastado ni le queda poco espacio para sus medallas, pero confió en que los años lo convertirán en eso. Mientras tanto, decidí comenzar a compartir con ustedes las historias de mis pasaportes, de mis viajes y vueltas por el mundo, buscando que esos grandes momentos no queden solo en mis recuerdos sino que sirvan también para inspirar a otros a viajar y a gastar sus pasaportes.

Ahora bien, si buscan en este blog una tradicional guía de primera mano a la hora de viajar, no llegaron al lugar correcto, en este espacio solo encontrarán vivencias y algunos consejos y recomendaciones basados en mis errores y aciertos, cargadas de toda la subjetividad posible.

Ahora sí, comienza el viaje a través de mis ojos....