Hay algo de viajar que me encanta aun más que viajar en si mismo y eso es probar la gastronomía local. Para quien comparta mi amor por la comida el mercado de especias es una parada obligatoria en su viaje por Estambul. El Mısır Çarşısı es uno de los mejores lugares para comprar productos típicos, eso sí quizás no sea el más económico, pero en el encontrarán todo tipo de té, café, especias, quesos, frutos secos, y los famosos turkish delight. El también llamado Rahat Lokum es un dulce de gelatina con sabor a frutas hechos con jugo de fruta natural y cubierto de azúcar impalpable o harina fina para evitar que se peguen. Hay de todas las frutas que se les ocurran.
Ya que nos adentramos en el mundo de la gastronomía turca, y para que entiendan mejor lo que sus paladares disfrutarán una vez que se encuentren allí, les cuento que su cocina también es una fusión creada por los otomanos es por eso que en sus platos podemos encontrar ingredientes de medio oriente, Asia y los balcanes.
El uso de especias y un mix perfecto de carnes, arroz, pastas, verduras y pescados hacen de la cocina turca, una cocina única y equilibrada.
¿Qué platos no se puede dejar de probar?
Pide o Turkish Pizza, es un pan chato con forma de boca relleno generalmente de carne o espinaca y queso. En ambas ediciones es delicioso!
Manti, este es un típico plato de pastas turcas y como todas las fusiones de Turquía es una mezcla entre unos ravioles y unos dumplings. Los mismos están rellenos de carne o cordero y se sirven con el tradicional yogurt y especias locales.
El famoso Döner, es un típico sandwich relleno de carne cocida durante largas horas pudiendo ser de pollo, cerdo, carne o cordero servido con vegetales y por supuesto especias y yougurt.
Todos estos platos pueden ser acompañados con Pilav, el arroz turco tostado con manteca. Increíble! Para tomar y solo si se animan pueden pedir la bebida típica llamada Ayran. Luego de varios días de viaje no pude dejar de notar que varias personas locales pedían algo que parecía un envase de yogurt firme pero clavaban un sorbete en él y tomaban desde el envase.
Ante mi personalidad curiosa y no pudiendo dejar pasar la oportunidad de probarlo decidí aventurarme y pedirlo para acompañar mi sopa y Döner.
Los primeros sorbos fueron toda una sorpresa, esta bebida era una especie de Yogurt diluido en agua, con un sabor ligeramente ácido y salado. Se toma frío y se acompaña bien con las especias de la comida. Eso sí, si bien al principio me pareció que era rico a los 5 sorbos tuve que dejarlo y apoderarme de la bebida de mi compañero de aventuras quien me había advertido que esto iba a pasar.
De postre, no pueden dejar de probar la pastelería turca Baklava, dulce, húmeda por la miel utilizada y rellena de pistacho.
Y si el frío y la lluvia los sorprende como a mi caminando por Estambul, como nos pasó a nosotros, qué mejor que refugiarse en alguna de las pequeñas tiendas cercanas a la mezquita azul a donde ofrecen los tan nombrados Turkish tea o el Turkish coffee.
El te turco, también llamado çay, es un te negro de sabor intenso y fuerte aroma que se suele servir muy caliente. Por este motivo el té turco es servido en pequeños vasos de vidrio que tienen una forma muy distintiva y son excelentes como regalos de viaje originales, claramente yo me traje un par.
Por otro lado, para los amantes del café, no deberán dejar pasar la oportunidad de probar el famoso café turco. Este es un café corto que sirve perfecto para acompañar los dulces turcos. Se sirve en pequeñísimas tazas y tiene también un sabor muy fuerte y concentrado con una textura espesa en el cual rápidamente encontrarán su borra de café.
Si saben leerla quizás les indique su próximo destino o su próxima aventura, a mi me llevó a Capadoccia y ese es otro viaje que les contaré próximamente.